de ropa, algunos instrumentos musicales... y varias toneladas de incertidumbre, pues no sabía lo que me esperaba en esa tierra hasta entonces desconocida para mi...
Lo único que conocía era la realidad de una esposa herida por mi culpa y una hija que venía en camino y pronto llegaría a alegrar nuestro hogar... puedo decir que necesité mucha valentía y mucha ayuda de Dios para tomar la decisión de afrontar la responsabilidad de un hogar cuando estaba sumido en "la inmunda", económicamente hablando... aquí algunas fotos de la carretera Tunja - Zetaquira, la cual me condujo al encuentro con mi amada esposa y mi hija preciosa :)
lunes, 18 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario